viernes, 6 de marzo de 2015

Espiritualmente deshidratado por Paul Tripp


Hay algunos versos que desearía no estén en las páginas de mi Biblia. Yo creo que toda la Escritura es inspirada por Dios, inerrante y suficiente, pero eso no significa que no pueda luchar con algunas de las palabras que en ella están escritas.

Tome el Salmo 42, por ejemplo. "Como el ciervo
brama por las corrientes de agua, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo". (Salmo 42:1-2)

Desearía que esas dos frases no estuvieran en la Biblia. ¿Por qué? Debido a que el Señor, autor de esos versos, sabía de antemano que sus hijos experimentarían deshidratación espiritual.


Desearía que yo nunca estuviese seco. Desearía que desde cuando yo conocí a Cristo, mi alma se desbordara con pasión y energía por siempre. Después de todo, Jesús dijo: "el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed de nuevo" (Juan 4:14). Entonces, ¿por qué experimento en mi vida de fe estos períodos cuando siento que estoy deshidratado?

Si has sido un cristiano por más de una semana, debes saber que su experiencia está llena de golpes y moretones. En algunos casos, te sentirás como si no te hubiera quedado nada. Eso es lo que representa el Salmo 42: un ciervo desesperado por un poco de agua, incluso de un charco de barro, porque no puede continuar sin refrescarse.

¿Alguna vez has estado allí en
tu caminar con Dios - perdido, deshidratado, y con ganas de renunciar? Hay muchas cosas que podría decir sobre la deshidratación espiritual, pero sólo voy a darte dos puntos fundamentales esta semana.

En primer lugar, tu conversión no garantiza la ausencia de la deshidratación espiritual. De hecho, la Biblia casi asegura que tu vida estará llena de sufrimiento. Algunos de los primeros discípulos necesitaban su alma fortalecida y animada porque se enfrentaban a muchas tribulaciones (Hechos 14:22).

En segundo lugar, Jesús experimentó la deshidratación como
. Las palabras de Jesús: "Tengo sed" (Juan 19:28) son conocidas, pero quizás uno de los momentos más transparentes de su ministerio terrenal vinieron cuando dijo: "Padre mío, si es posible, que esta copa pase de mí; pero no sea como yo quiero, sino como tú. "(Mateo 26:39)

Hubo un momento en que incluso Cristo no quiso dar un paso más. Pero como Dios-Hombre, hizo lo que tú y yo no podríamos hacer: él continuó en su propia fuerza. Cristo dio todos los pasos necesarios hacia el Calvario para que cuando tú y yo no tengamos nada más, podamos descansar en él como nuestra fuerza.

Si experimenta
s deshidratación espiritual, no te sorprendas, es parte de la vida cristiana. Y cuando experimentas una debilidad espiritual extenuante, descansa en tu Salvador, quien dio los pasos por ti. Su poder se perfecciona en tu debilidad.

Dios los bendiga.

Paul David Tripp


Preguntas para la reflexión:
  1. ¿Cuáles son algunos de los otros versículos que desearías que no estuvieran incluidos en la Biblia?
  2. ¿Por qué Dios entrelazo versos sobre la dificultad, el sufrimiento y el dolor en la buena nueva?
  3. ¿De qué maneras estás - o has estado - espiritualmente deshidratado?
  4. ¿Qué debemos hacer en medio de la deshidratación espiritual? (NOTA: más sobre esto en las siguientes semanas)
  5. ¿Cómo puedes ministrar a otros en medio de tu deshidratación espiritual?

Traducción: gustavo Morel



El siguiente articulo sobre este tema lo puedes encontrar aquí




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