martes, 22 de septiembre de 2015

La satisfacción y sustitución bosquejadas por John Owen


La totalidad de lo que las Escrituras revelan acerca de esta gran verdad, llamada comúnmente la
“satisfacción de Cristo”, puede resumirse bajo los siguientes puntos:

PRIMERO: Qué Adán habiendo sido creado recto, pecó contra Dios y contra toda la humanidad, y toda su posteridad en él: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creo; varón y hembra los creó” (Gén. 1:27). “Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?” (Gén. 3:11). “He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones” (Ecl. 7:29). “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron... Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores” (Rom. 5:12, 18-19a).

lunes, 14 de septiembre de 2015

La sustitución: Un perdón completo por Octavius Winslow


“En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia”.—Zacarías 13:1
Ya hemos… comentado la imposibilidad de que el razonamiento natural comprenda una verdad
espiritual. No puede discernir ni la naturaleza, la armonía ni la finalidad de las verdades divinas.
Esta inhabilidad no se debe a la deficiencia de capacidad mental ni a lo difícil que es comprender
la revelación, ––porque el intelecto más débil, cuando es iluminado y santificado por el Espíritu de Dios, puede captar la doctrina más profunda en el gran sistema de la teología, hasta donde de esa doctrina ha sido revelada–– sino a la falta de una mente espiritualmente renovada. Esta y solo esta es la razón… Por lo tanto, que la mente tiene que cambiar y que el cambio lo hace Dios antes de que la verdad divina pueda ser comprendida o recibida, es una verdad obvia. Por eso encontramos al Apóstol orando por los cristianos de Éfeso: “Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento” (Ef. 1:17-18).

Entre todas las doctrinas del evangelio está la doctrina de la Expiación de Cristo con su designio
especial y de gracia, tan oscura e inexplicable para la mente no renovada. Esto solo puede ser comprendido por una mente vivificada que ahora es consciente de la naturaleza y perversión moral del pecado. Como la expiación por el pecado fue el gran designio de la muerte extraordinaria de Cristo, el individuo que es ciego al pecado, no puede descubrir y aceptar esta verdad, no importa lo vasto que sean sus poderes mentales o qué firme su creencia en la verdad de la revelación divina… Es a esta tenebrosidad natural, esta ignorancia del pecado, esta falta de enseñanza del Espíritu, a la que tenemos que atribuir todos los conceptos falsos y errados que los hombres han enunciado con respecto a la naturaleza y los designios de la muerte de Cristo.

lunes, 7 de septiembre de 2015

La sustitución: El gran intercambio explicado por Charles Spurgeon




Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros

fuésemos hechos justicia de Dios en él”. —2 Corintios 5:21

Les traigo ahora… la gran filosofía de la salvación, el misterio escondido, el gran secreto, el
maravilloso descubrimiento que el evangelio trae a luz: cómo Dios es justo y aun así el justificador de los impíos (Rom. 3:26). Volvamos a leer el texto para luego proceder a discutirlo… “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”.

Notemos la doctrina… Hay tres personas mencionadas en el texto. “Al que no conoció pecado (Cristo), [Dios] lo hizo pecado por nosotros (los pecadores) para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”. Antes de poder comprender el plan de salvación, nos es necesario conocer algunas cosas acerca de estas tres personas. A menos que las comprendamos en alguna medida, para nosotros, la salvación nos resulta imposible.