Dios
está enojado, y su ira es implacable.
Si estabas tratando de persuadir a alguien hacia la fe cristiana, no creo que sea la primera línea que usarías. Después de todo, ¿no es el cristianismo todo acerca de un Dios abundantemente misericordioso que ama a sus hijos? ¿No Nos dice que adoramos a un Dios de perdón, la misericordia, la paciencia y el amor?
Estas dos afirmaciones son completamente ciertas: Dios esta implacablemente enojado y al mismo tiempo lleno de gracia. Esto puede ser una yuxtaposición difícil de comprender para nosotros, por lo que en el devocional de hoy, quiero mostrarte cómo la ira y la gracia de Dios viven juntas en armonía en todo el primer capítulo de Jonás.
Si estabas tratando de persuadir a alguien hacia la fe cristiana, no creo que sea la primera línea que usarías. Después de todo, ¿no es el cristianismo todo acerca de un Dios abundantemente misericordioso que ama a sus hijos? ¿No Nos dice que adoramos a un Dios de perdón, la misericordia, la paciencia y el amor?
Estas dos afirmaciones son completamente ciertas: Dios esta implacablemente enojado y al mismo tiempo lleno de gracia. Esto puede ser una yuxtaposición difícil de comprender para nosotros, por lo que en el devocional de hoy, quiero mostrarte cómo la ira y la gracia de Dios viven juntas en armonía en todo el primer capítulo de Jonás.
Hay
tres instancias
de la cólera de
Dios: la tempestad, el echar suertes,
y el gran pescado. Cuando Jonás huye, el Señor envía una tormenta
que amenaza con romper el buque; cuando los marineros echaron
suertes, sabemos que Dios controlaba
el resultado (Proverbios 16:33); y cuando Jonás es tragado por el
pez, se sienta en su vientre durante tres días y tres noches.
No es suficiente decir que Dios sólo permitió que a estas dificultades entrarán en la vida de Jonás; no, creo que eso sería mala teología. Más bien, el primer capítulo de este libro deja claro que Dios envió personalmente estas dificultades a las puertas de Jonás. Yo también diría que Dios hizo esto por causa de su ira.
No es suficiente decir que Dios sólo permitió que a estas dificultades entrarán en la vida de Jonás; no, creo que eso sería mala teología. Más bien, el primer capítulo de este libro deja claro que Dios envió personalmente estas dificultades a las puertas de Jonás. Yo también diría que Dios hizo esto por causa de su ira.
Puedes
ver, Dios no abandona su trono, ni le
permitirá a los
rebeldes seres humanos hacer
descarrilar el buen plan que tiene para el universo. Se niega a
escuchar a nuestros "no" y se enoja cuando huimos de su
plan. No es incorrecto
decir que Dios es obstinado, él
tercamente se niega a cambiar su curso de acción elegido, a pesar de
nuestros intentos de persuadirlo de lo contrario.
Pero aquí es donde entra en juego la gracia: Dios envió a la tormenta, determina la suerte al echarla, y mantiene el profeta en el vientre del pez, todo por el bien de Jonás. Sabemos que Dios no estaba empeñado en destruir a este hombre; el propósito de la dificultad era para atraerlo de vuelta. La ira de Dios expresada no era vengativa, y su obstinación hacia la huida de Jonás era lo mejor que le podia pasar a Jonás.
Pero aquí es donde entra en juego la gracia: Dios envió a la tormenta, determina la suerte al echarla, y mantiene el profeta en el vientre del pez, todo por el bien de Jonás. Sabemos que Dios no estaba empeñado en destruir a este hombre; el propósito de la dificultad era para atraerlo de vuelta. La ira de Dios expresada no era vengativa, y su obstinación hacia la huida de Jonás era lo mejor que le podia pasar a Jonás.
Hay
tres cosas que quiero dejarles con
respecto a la ira y la gracia de Dios. En primer lugar, si tú
estás en Cristo,
no tienes que
temer la ira del Señor. En la cruz, Jesús absorbió la ira completa
de Dios. Él pagó el castigo por nuestros pecados para que podamos
tener la garantía de que el Padre nunca expresará la ira
destructiva y eterna
contra nosotros.
Pero en segundo lugar, vamos a sentir ira redentora en esta vida. Dios personalmente entregará gracia incómoda a nuestra puerta, no para hacernos daño, sino para que nos ayude. Como Jonás, vamos a experimentar el dolor y el sufrimiento de la mano de Dios, porque es la única manera para que nuestros corazones huidizos sean llevados cerca de Dios de nuevo.
Pero en segundo lugar, vamos a sentir ira redentora en esta vida. Dios personalmente entregará gracia incómoda a nuestra puerta, no para hacernos daño, sino para que nos ayude. Como Jonás, vamos a experimentar el dolor y el sufrimiento de la mano de Dios, porque es la única manera para que nuestros corazones huidizos sean llevados cerca de Dios de nuevo.
Y,
por último, la ira de Dios es la esperanza del universo. En un mundo
donde abunda la maldad, necesitamos un Dios que se
opondra a lo que está mal. Ya sea en este
mundo o en el juicio que sigue, el mal no va a ganar. Dios está
enojado con el estado actual de nuestro mundo, y será tratado con
justicia.
Dios los bendiga
Paul David Tripp
Dios los bendiga
Paul David Tripp
- ¿Dónde experimentaste enojo esta semana?
- ¿Fue tu ira impulsada por la santidad o el egoísmo? En otras palabras, Dios se enojaria por la misma cosa que te hizo enojar?
- ¿Por qué es tan difícil mantener nuestra ira santa y pura?
- ¿Dónde podrías estar experimentando la ira redentora, o la gracia incómoda, en tu vida hoy? ¿Sientes que es más perjudicial que útil?
- ¿Cómo has experimentadola ira redentora, o la gracia incómoda, en el pasado? ¿Cómo eso te fue de ayuda?
Traducción:
gustavo Morel
Fuente:
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