martes, 3 de febrero de 2015

La oración, el ayuno y el curso de la historia por John Piper


Hechos 13:1–4.
“En la iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simón llamado Niger, Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado con Herodes el tetrarca, y Saulo. Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado. Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron. Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia y de allí se embarcaron para Chipre”.
Esta mañana, comienzo una serie de mensajes sobre la práctica bíblica de ayunar. Esto no es nuevo para nosotros en Bethlehem. Hemos enseñado esto antes y hemos llamado a ayunar, especialmente, durante la Semana de Oración en los años anteriores. Sin embargo, cuando hicimos la encuesta en el servicio matutino de hace varias semanas, descubrimos que el 40% de la congregación presente en esa mañana llevaba tres años o menos en Bethlehem, lo que podría significar que el ayuno es una disciplina bíblica en la que no se piensa mucho y que, mucho menos, se practica, pues no es una práctica generalizada en las congregaciones del movimiento evangélico.
Espero quedarme en esta disciplina bíblica y espiritual bastante descuidada al menos durante el mes de enero y, quizás, durante un poco más, si el Señor así lo quiere. Si has leído el Bethlehem Star (la Estrella de Bethlehem ), entonces sabes que nosotros ayunamos durante un período de 24 horas por semana en este mes, en concreto, desde la cena del martes hasta el almuerzo del miércoles, todo este mes al comienzo del año 1995. Es decir, nos saltamos el desayuno y el almuerzo del miércoles y dedicamos esos tiempos de comer, si es posible, a ayunar y orar para que en ese año hubiera un gran despertar en el cuerpo de Cristo, un renacer de la santidad, de la felicidad, de la oración, de la fidelidad y del fruto al ministrarnos unos a otros y al alcanzar la muerte. Mi oración es que, por medio de estos mensajes, ustedes escuchen el llamado de Dios en mi llamado a ayunar.


El Hambre de la Guía de Dios en Antioquía

Es posible que entiendas mejor por qué digo que esta es la voluntad de Dios para nosotros ahora si vamos directos a nuestro texto. La situación es que Saulo (Pablo), Bernabé y algunos de los líderes de la iglesia de Antioquía estaban adorando (ministrando al Señor) y ayunando (versículo 2). A juzgar por lo que pasó, creo que podemos asumir que la inquietud que los llevó a ayunar fue esta: "¿Hacia dónde vamos como iglesia?". Ellos estaban ayunando para buscar la guía del Espíritu Santo en la dirección de su misión. Puedes llamarlo un Plan Maestro, si quieres. El resultado fue el esfuerzo más magnífico por tener un Plan Maestro que la iglesia haya tenido jamás.
Estaban lo suficientemente hambrientos por la guía de Dios que querían demostrarlo con el hambre de sus cuerpos y no sólo con la de sus corazones. "¡Queremos tu guía, oh, Señor! Oh, Espíritu Santo, ¿cuál es tu voluntad para la misión de esta iglesia?"
¿Saben que es lo que me deja atónito cuando hago Planes Maestros en la iglesia de Bethlehem? Que la mayoría de las preguntas que debemos responder no están respondidas explícitamente en la Biblia. Las que tienen respuestas bíblicas claras no requieren de un Plan Maestro para discernirlas. Las preguntas que nos presionan son del tipo de preguntas que enfrentaban los líderes de Antioquía: "Señor, ¿dónde debemos comenzar una aventura misionera mundial? ¿Debe ser ahora? ¿Deberíamos enviar algunos de nuestros propios maestros? ¿Debería ser Saulo, Simón, Niger, Lucio o Bernabé? ¿Deberíamos mandar dos, tres o cuatro? ¿Cómo deberíamos mandarlos, por mar o tierra? ¿Deberíamos financiarlos completamente, esperar que trabajen o esperar que haya hijos de la paz que los alimenten en los pueblos a los que vayan? ¿Deberían unírsenos otras iglesias?". Etcétera.
La mayoría de las preguntas que los equipos de planificación tienen que responder son de este tipo. ¿De dónde obtendremos las respuestas? ¿Tenemos algo que aprender del hecho de que estos primeros cristianos profundamente espirituales adoraban, ayunaban y oraban mientras buscaban la guía del Señor?


Cuatro Observaciones

Consideremos cuatro observaciones que se pueden hacer a partir de Hechos 13:1–4.
1. Después de la Venida de Cristo
Este ayuno fue después de la venida de Cristo.
Simplemente, señalo esto para que nadie diga que ayunar era parte de la espiritualidad del Antiguo Testamento y no de la espiritualidad del Nuevo Testamento. Abordaremos este asunto la próxima semana y nos preguntaremos: "¿Es ayunar parte del antiguo odre que se necesita descartar para que el nuevo vino del reino no deshaga los odres y se pierda?". La respuesta aparente es que Saulo, Bernabé y los otros de Antioquía no pensaban que ayunar fuese el antiguo odre.
2. En Grupo
Este ayuno se hizo en grupo.
Otro punto en el tema del ayuno es que Jesús hizo una advertencia contra el ayuno a la vista de los demás hombres (Mateo 6:17–18). Él dijo: "tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará". Pero Saulo y Bernabé, evidentemente, no pensaban que Jesús quería decir que ayunar en grupo era malo, aún cuando las personas, a menudo, saben que estás ayunando cuando lo haces en grupo, como cuando toda una iglesia se llama a ayunar, como yo llamo a ayunar los miércoles de todo enero.
Evidentemente, los líderes de la iglesia de Antioquía asumen que Jesús no se refiere a que estamos pecando si alguien sabe que estamos ayunando, sino que estamos pecando si nuestro motivo es que se sepa que estamos ayunando para que los hombres nos aplaudan. El ayuno en grupo ha marcado a los hijos de Dios a través de toda la historia bíblica y de la historia post-bíblica.
3. Una Ocasión para Buscar la Guía Especial del Espíritu
Este ayuno probó ser una ocasión para buscar la guía especial del Espíritu.
Los versículos 2 y 3 dicen:
“Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado. Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron”.
Al reportarlo de esta forma, Lucas, claramente, quiere que veamos una conexión entre la alabanza, la oración y el ayuno, por una parte, y la guía decisiva del Espíritu Santo por otra.
Sin la evidencia de lo contrario, yo diría que esto nos enseña el valor de la adoración-ayuno-oración en la seria búsqueda de la voluntad de Dios para nuestras vidas y para la vida de nuestra iglesia.
4. Cambió el curso de la historia
Este ayuno cambió el curso de la historia.
Es casi imposible exagerar la importancia histórica de este momento en Antioquía en la historia del mundo. Antes de esta palabra del Espíritu Santo, parecía que no había una misión organizada de la iglesia más allá de la costa oriental del Mediterráneo. Antes de esto, Pablo no había hecho viajes misioneros hacia el occidente, hacia Asia Menor, Grecia, Roma o España. Antes de esto, Pablo no había escrito ninguna de sus epístolas, que fueron el resultado de sus viajes misioneros que comenzaron en ese momento.
Esta ocasión de oración y ayuno tuvo como resultado un movimiento misionero que haría que el Cristianismo fuera la religión dominante del Imperio Romano en dos siglos y medio y que llegaría a tener 1,3 mil millones de adherentes en la actualidad, con prácticamente un testigo cristiano en cada país del mundo. Y 13 de los 29 libros del Nuevo Testamento fueron el resultado del ministerio que comenzó en este momento de oración y ayuno.
Así que, creo que es justo decir que Dios estaba complacido al hacer que la adoración, la oración y el ayuno fueran la plataforma de lanzamiento de una misión que cambiaría el curso de la historia mundial. ¿No hay una lección aquí para nosotros?
Había sucedido antes y volvería a suceder una y otra vez en la historia.

Sucedió en 2 Crónicas 20

Por ejemplo, en 2 Crónicas 20, los moabitas, los amonitas y los meunitas se alzaron contra Josafat, rey de Judá. Era una horda terrorífica de gente violenta. ¿Qué podía hacer la gente? ¿En qué dirección podían virar? Los versículos 3 y 4 dicen:
“Y Josafat tuvo miedo y se dispuso a buscar al Señor, y proclamó ayuno en todo Judá. Y se reunió Judá para buscar ayuda del Señor; aun de todas las ciudades de Judá vinieron para buscar al Señor”.
Hubo un gran ayuno a nivel nacional en busca de guía divina y liberación. En medio de esa asamblea de ayuno, los versículos 14 y 15 dicen:
“Entonces, el Espíritu del Señor vino en medio de la asamblea sobre Jahaziel, hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, y dijo: Prestad atención, todo Judá, habitantes de Jerusalén y tú, rey Josafat: así os dice el Señor: ‘No temáis, ni os acobardéis delante de esta gran multitud, porque la batalla no es vuestra, sino de Dios’”.
Al siguiente día, cuando la gente de Judá salió, encontró que los pueblos de Moab y de Amón se habían destruido unos a otros y les tomó tres días recoger el botín, porque había mucho. Lo que parecía una derrota y una calamidad, durante la noche se volvió en un triunfo contundente.
Nuevamente, el curso de la historia cambió a través del ayuno del pueblo de Dios.

Sucedió en Gran Bretaña en 1756

John Wesley nos habla, en su diario, de un tipo similar de liberación en 1756. El rey de Gran Bretaña llamó a un día de oración y ayuno solemnes debido a la amenaza de invasión de los franceses. Wesley escribió:
“El día de ayuno fue un día glorioso, un día como Londres ha tenido muy pocos desde la Restauración. Cada iglesia en la ciudad estaba más que llena y la solemnidad era visible en cada rostro. De seguro, Dios escucha la oración y habrá tiempo de tranquilidad”.
Luego, a pie de página, añadió: "La humildad del pueblo fue tornada en gran regocijo nacional, pues la amenaza de invasión de los franceses fue evitada". No sería difícil multiplicar historia tras historia de la Biblia y después de la Biblia para demostrar que el ayuno y la oración han cambiado el curso de la historia. En las próximas semanas, veremos que esto es especialmente verdad en la forma en que el ayuno participa en tiempos de gran renacer.
Pero, déjame intentar concentrarnos en el ayuno y en nuestro llamado a ayunar en el contexto más amplio de lo que Dios parece estar haciendo hoy y lo que podría estar haciendo en Belén.

Lo que Dios Parece Estar Haciendo en el Mundo Hoy

En noviembre, uno de ustedes vino y me dijo que pensaba que Dios podía estar llamándonos a ayunar un día a la semana como iglesia. ¿Debo orar por eso y tratar de discernir si esto era del Señor para nosotros en ese momento? Recientemente, Bill Bright, director de Campus Crusade, me había invitado a unirme a otros 600 en Orlando, desde el 5 al 7 de diciembre, para orar y ayunar durante dos días por un despertar de nuestra tierra y por el avance del reino alrededor del mundo.
Decidí ir, con el deseo de que Dios pudiera guiarme con respecto a qué papel podía jugar el ayuno en este momento de la historia de nuestra iglesia. Bill Bright dijo que había completado un ayuno de 40 días el verano anterior y que se había sentido a llamar a este momento de oración y ayuno con la esperanza de reavivar la práctica del ayuno-oración a lo largo de la iglesia de Estados Unidos.

El Resurgimiento de la Adoración y de la Oración, pero No del Ayuno

Una de las conclusiones que saqué en Orlando fue que hay tres elementos en Hechos 13:1–3 (la adoración, la oración y el ayuno). En nuestro día, ha habido un resurgimiento destacable de la adoración y de la oración. Decenas de miles de congregaciones en todo el mundo han estado experimentando una adoración más vibrante, libre y comprometida en los últimos 20 años. Y los movimientos de oración en todo el mundo no tienen precedentes en cuanto a cantidad y alcance. En nuestro propio estado, la Minnesota Prayer Coalition (Coalición de Oración de Minesota) no tiene precedentes en unir al cuerpo de Cristo para orar por reavivar la iglesia de Cristo y por el avance de Su reino.
Sin embargo, aún no hay un resurgimiento de la práctica de ayunar como lo ha habido con la adoración y la oración. Bill Bright sugirió que Dios podría tener la voluntad de que las tres disciplinas estén en marcha y que la iglesia sea humilde y esté hambrienta de ayuno antes de que Él nos bendiga tanto como Él quiere. Es destacable cuán descuidada está esta práctica espiritual.

Una Creciente Hambre de Ayunar

La primera cosa que hicieron en Orlando fue abrir los micrófonos para que algunas personas dijeran por qué habían ido. Estaba escuchando con mis oídos en consonancia con nuestra situación aquí y con la pregunta de si deberíamos llamar a un día ayuno cada semana. La segunda persona que se puso de pie dijo que era del ministerio de varones Promise Keepers y que estaba ahí porque creía que ayunar era crucial y que Promise Keepers estaba considerando seriamente a llamar a los hombres a ayunar un día a la semana, en concreto, el miércoles. Luego, Paul Cedar de la iglesia Free Church dijo que, históricamente, la iglesia, a menudo, ha hecho del ayuno semanal una parte de su vida. Preguntó si debíamos hacerlo otra vez.
Cuando volví, Bob Hamlett me enseñó que Promise Keepers, de hecho, nació en la atmósfera del ayuno. En la publicación de otoño de Men of Action, dice:
“En 1990, Coach McCartney le pidió a 72 hombres que se comprometieran a orar y ayunar todos los miércoles (que es a lo que yo llamo también), orando específicamente para que el Dios Todopoderoso agitara los corazones de los hombres para que buscaran a Jesucristo. La junta directiva, el equipo de liderazgo y muchos otros equipos han vuelto a comprometerse con este fin y nosotros te invitamos a unírtenos”.
Bueno, me complace decirles a Promise Keepers, a Bill Bright y creo que a miles de otros creyentes de todo el mundo, especialmente en lugares como Corea del Sur, que estoy ansioso de unirme a ellos. Y le hago un llamado a la iglesia para que también se les una.
Estos son días maravillosamente llenos de esperanza en Bethlehem. Explicaré la próxima semana, basándome en Mateo 9:14–17, por qué creo que la gente llena de esperanza querría ayunar. Mientras tanto, te invito a que hagas diversas cosas. Compra y lee El Ayuno Escogido Por Dios, de Arthur Wallis (publicado por Cruzada de Literatura Cristiana), ora para saber de qué forma quiere el Señor que te unas en los tiempos especiales de oración en esta semana, incluyendo la noche de oración de este viernes, y busca al Señor para conocer el llamado que Él te hace a ayunar en tu vida.

—John Piper

Parte de la serie A Hunger for God (publicada en el libro "Hambre de Dios" de John Piper)

Traducción por David Acuña Astorga para es.gospeltranslations.org
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

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