La
totalidad de lo que las Escrituras revelan acerca de esta gran
verdad, llamada comúnmente la
“satisfacción
de Cristo”, puede resumirse bajo los siguientes puntos:
PRIMERO:
Qué Adán habiendo sido creado recto, pecó contra Dios y contra
toda la humanidad, y toda su posteridad en él: “Y creó Dios al
hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creo; varón y hembra los
creó” (Gén. 1:27). “Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que
estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no
comieses?” (Gén. 3:11). “He aquí, solamente esto he hallado:
que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas
perversiones” (Ecl. 7:29). “Por tanto, como el pecado entró en
el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte
pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron... Así que, como
por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres,
de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la
justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un
hombre los muchos fueron constituidos pecadores” (Rom. 5:12,
18-19a).